El traslado de la sociedad de la industrial a la sociedad de la
información supone nuevos retos para el aprendizaje, en la actualidad los
espacios educativos ya no reducen a un espacio físico, se han generado ámbitos
virtuales como medios educativos que propician la migración de los estudiantes de
un espacio pautado y rígido en dónde el mayor trabajo recae en el docente, a uno más flexible donde los estudiantes son
los protagonistas del cambio pues se responsabilizan de su aprendizaje, el
aprendizaje en línea implica ser constructor del propio conocimiento mediante
el manejo de las tecnologías de la información, en consecuencia el docente sólo
guía y evalúa el conocimiento generado por el alumno.
Con lo anterior se puede afirmar que ser un estudiante en línea supone
retos que deben ser tomados en cuenta a la hora de pensar incluirse en un
programa educativo con las características antes mencionadas. Un punto importante es que el entorno virtual
demanda que el estudiante gestione su aprendizaje, así mismo los docentes deben
desarrollar habilidades que les permitan disminuir los inconvenientes que
puedan generarse en el ambiente virtual. De esta forma el proceso educativo en
línea se enfoca más en el aprendizaje que en la enseñanza, el alumno deberá
aprender a generar su conocimiento de manera independiente y autodidacta.
Por otro lado ser un estudiante en línea exige también pasar de ser pasivo
a ser activo. La flexibilidad puede ser una ventaja de este modelo educativo,
no se está sujeto a un espacio físico ni a horarios rígidos por lo que el
alumno decide en qué lugar y momento realizar sus estudios, pero ello también
implica el reto de saber organizarse, resolver dudas y cumplir con tiempos
establecidos de entrega de proyectos y trabajos con el fin de que se evalúe el
desempeño del estudiante.
Ser crítico con la información y las fuentes es otro punto que debe ser
mencionado ya que al ser gestores de su aprendizaje los alumnos están expuestos
a una gran cantidad de información que deberán revisar con cuidado y aprender a
discriminar entre fuentes confiables y las que no lo son. Dado lo anterior es
indispensable investigar y cuestionar el contenido de lo que veamos, así mismo el buen manejo ético del estudiante
es fundamental pues al ser el lenguaje escrito el principal canal de
comunicación en la educación en línea es indispensable que las ideas que
aportemos y los trabajos realizados sean de propia autoría y se dé el crédito
mediante el uso correcto de referencias a las ideas que no pertenecen al
estudiante.
Por último es preciso resaltar que el compromiso con el propio
aprendizaje es indispensable para lograr con éxito las metas académicas dentro
de un entorno virtual. Desarrollar las propias habilidades y estrategias para
cumplir con cada reto es necesario, además se debe estar abierto a trabajar en
entornos colaborativos y dejar atrás la competencia, establecer metas propias y
ser conscientes de que el aprendizaje deberá ser en todo momento autónomo y
autogestivo.
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